Se están agotando las opciones: La lucha para proteger las secuoyas gigantes se ha vuelto experimental - Los Angeles Times

2022-08-13 14:53:35 By : Mr. Hui Weng

Mientras las llamas del Complejo KNP amenazaban con subir a toda velocidad por una empinada ladera hacia el remoto Muir Grove de secuoyas gigantes, los funcionarios de los Parques Nacionales de Sequoia y Kings Canyon tuvieron que pensar rápido.

Las condiciones adecuadas podrían hacer que las llamas se dispararan hacia las copas de los altísimos árboles del Parque Nacional de Sequoia, matando a los antiguos gigantes.

Christy Brigham, jefa de gestión de recursos y ciencia de los parques, estaba desesperada por salvar los antiguos árboles, pero no podían tratarlos con los métodos de protección tradicionales. Optó por “experimentar”.

Brigham tomó la decisión de arrojar un gel pegajoso sobre una pequeña porción de la arboleda.

El gel de poliacrilamida, similar al de los pañales para bebés, es más espeso y pegajoso que el típico retardante utilizado en las tácticas de extinción de incendios aéreos. La teoría era que se adheriría mejor al dosel de la arboleda y podría reactivarse con agua justo antes de que llegaran las llamas si se secaba.

Pero el gel nunca se había utilizado en las secuoyas, subrayó Brigham.

"¿Queremos probar esto?”, dijo. "¿O queremos arriesgarnos a que otro grupo de árboles irremplazables de 2.000 años sea incinerada?”

El novedoso método de lucha contra el fuego es el último que las autoridades de bomberos y los expertos en árboles han puesto en práctica frente a los incendios forestales que han estado arrasando el sur de la Sierra Nevada en California durante el último mes.

Desde que se encendió el 9 de septiembre en medio de una enorme tormenta eléctrica, el Complejo KNP y el cercano incendio Windy -que está ardiendo en el Bosque Nacional de Secuoya y en la Reserva Indígena del Río Tule- han carbonizado más de 184.000 acres combinados, incluyendo al menos 26 arboledas de secuoyas gigantes.

Estos enormes árboles se han adaptado a lo largo de los siglos a soportar incendios de baja intensidad, e incluso necesitan el fuego para reproducirse. Pero los expertos afirman que las secuoyas, sometidas a la sequía, cada vez son menos capaces de resistir las llamaradas extremas provocadas por el cambio climático.

En un esfuerzo por protegerlos, los equipos de bomberos han envuelto los enormes árboles en material de aluminio resistente al fuego, similar al papel de aluminio casero, han instalado sistemas de aspersión en terrenos escarpados, han provocado incendios preventivos para quemar vegetación seca e incluso han enviado a escaladores a un árbol de 60 metros para rociarlo con agua.

“Hay que reconocer que estamos en una especie de fase de prueba y error”, dijo Garrett Dickman, un botánico del Parque Nacional de Yosemite asignado al incendio de Windy. “Algunas cosas van a funcionar y otras no”.

Muchos están desesperados por evitar que se repita el incendio de Castle del año pasado, que acabó con el 10% de la población de secuoyas gigantes de Sierra Nevada. Al menos 7.500 árboles ardieron en ese incendio.

Todavía no está claro qué tan bien están funcionando todas las tácticas, incluidas las de Muir Grove. Aunque el incendio de Windy está contenido en un 85%, los bomberos han avanzado mucho menos en el Complejo KNP, que sigue con una contención obstinadamente baja del 20%.

Según los responsables de los incendios, la evaluación de los daños está todavía en sus primeras fases. El intenso humo ha impedido que los helicópteros y los drones sobrevuelen la zona para inspeccionar los posibles daños, y algunas arboledas están ubicadas en terrenos inaccesibles.

Pero los responsables de los parques están preparados para las malas noticias.

Dickman ya ha confirmado la muerte de 74 secuoyas en el terreno calcinado por el incendio de Windy, y sospecha que las vistas aéreas revelarán una pérdida más extensa.

Un viaje a Deer Creek Grove a principios de la semana pasada reveló que “recibió mucho calor” cuando el fuego arrasó el rodal de secuoyas más meridional del estado alrededor del 23 de septiembre. Dijo que muchos árboles estaban “muy quemados”. Sin embargo, señaló, tenían ramas verdes y había una posibilidad de que sobrevivieran.

Más al norte, dijo Brigham el miércoles, que como mínimo dos arboledas -la Redwood Mountain Grove y la Castle Creek Grove en los Parques Nacionales de Sequoia y Kings Canyon- “parecen haber ardido, al menos parcialmente, bajo un fuego de alta intensidad” en el Complejo KNP. Dos días antes, se formó una enorme nube de pirocúmulos cerca de Redwood Mountain Grove, lo que indicaba la probabilidad de un comportamiento extremo del fuego. Y ahora se cree que cientos de altísimas secuoyas pueden haber perecido entre las llamas de alta intensidad.

Algunas arboledas han sido golpeadas aún más, dijo Dickman. Pudo preparar unas cinco secuoyas en la pequeña arboleda de Starvation Creek para impedir la llegada de las llamas, rastrillando kilos de agujas de pino, árboles pequeños y otros posibles combustibles para el fuego. Pero una foto tomada tras el paso del incendio de Windy mostró que esos cinco eran probablemente los únicos árboles que sobrevivieron.

“Estamos viendo la pérdida de algunas de nuestras secuoyas, incluidas varias de las monarcas” en medio del incendio de Windy, reveló Teresa Benson, una supervisora del Bosque Nacional de Sequoia.

Benson dijo que se ha creado un grupo de trabajo para proporcionar “primeros auxilios a las secuoyas”. El equipo ha estado ayudando a Dickman a preparar los árboles gigantes que se encuentran en el camino de las llamas. La semana pasada, dos equipos de 20 personas, varios miembros con sierras de cadena y un skidgen - un vehículo que es una mezcla de excavadora y camión de bomberos - estaban en la zona.

Los escaladores subieron una enorme secuoya situada junto al conocido Árbol del Banco en el Sendero de los 100 Gigantes para extinguir el calor en una cavidad humeante en su cima. Dos semanas antes, las autoridades confirmaron que las llamas del incendio de Windy habían alcanzado la cima del Árbol del Banco, llamado así por la formación natural en forma de banco que hay en su base. El portavoz del incendio de Windy, Steve Rasmussen, dijo que los helicópteros habían realizado hasta 14 descargas de agua directamente sobre el árbol para extinguir las flamas que ardían en su copa.

Se han instalado sistemas de rociadores en otros lugares, como a lo largo del Sendero de los 100 Gigantes en Long Meadow Grove y alrededor del conocido árbol General Grant en un bosque situado en el interior del Parque Nacional de Kings Canyon. Una foto publicada por el Servicio de Parques Nacionales muestra los aspersores rociando el colosal árbol con agua.

Pero hay un debate sobre algunos de los métodos de extinción de incendios menos rutinarios.

Mientras el Complejo SQF -que incluía el incendio de Castle- hacía estragos el año pasado, el Árbol Presidente George Bush en el Monumento Nacional de la Secuoya Gigante fue envuelto en un material de aluminio resistente al fuego para proteger su base de las llamas. Brigham cree que fue la primera vez que se probó la envoltura contra el fuego en una secuoya gigante, y posiblemente en cualquier árbol.

El árbol, que lleva el nombre de George H.W. Bush, sobrevivió y sentó un precedente, dijo Brigham. Este año, el famoso Árbol General Sherman -considerado el mayor árbol de la Tierra por su volumen- recibió el mismo trato especial cuando el Complejo KNP lo amenazó. Al igual que el árbol de Bush, el General Sherman sigue en pie.

Pero la envoltura no siempre funciona. Las llamas pueden colarse bajo la manta ignífuga, atrapando el calor debajo. Eso ocurrió con dos de los Cuatro Guardias que se encuentran a la entrada del Bosque de los Gigantes, un paraíso turístico en el Parque Nacional de Sequoia. Después de que el incendio del KNP se extendiera, los equipos quitaron las mantas de los dos árboles y los rociaron con agua, “de lo contrario, habrían aislado el fuego debajo de ellos y se habrían cocinado”, expuso Mark Garrett, un portavoz de la respuesta al complejo del KNP.

Los responsables de proteger las secuoyas gigantes de los incendios forestales dicen que prefieren los métodos preventivos probados con el tiempo a las tácticas experimentales. Las quemas prescritas -incendios planificados para reducir la vegetación y la maleza que alimentan los incendios- siguen siendo el estándar de oro.

Con la prevención en marcha, “no tenemos que tomar todas estas medidas drásticas”, dijo Dickman. “Estas acciones son costosas, algunas de ellas son incluso peligrosas, como poner gente en los aviones para lanzar gel y retardante. Esas son personas que ponen su vida en riesgo cada vez que se suben a esas naves”.

Pero los frecuentes y grandes incendios forestales a veces atraviesan una zona antes de que pueda ser tratada con una quema controlada o limitan el tiempo en que se pueden llevar a cabo esos métodos preventivos.

Y como los incendios arden con más rapidez, calor e intensidad que en años anteriores, las cuadrillas se ven obligadas a hacer todo lo posible para salvar la mayor parte de los bosques.

“Estamos contra la espada y la pared”, dijo Dickman. “Por eso se están viendo todo este tipo de técnicas: porque nos estamos quedando sin opciones”.

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Lila Seidman is a reporter for the Los Angeles Times’ yearlong initiative exploring various facets of mental health. The project will marry her graduate work in clinical psychology and more than 10 years of journalism experience. Since joining The Times in 2020, Seidman has served on the breaking news and utility desks, where’s she written about Indigenous communities, wildfires threatening giant trees and fishing the L.A. River. Previously, she covered City Hall for Glendale News-Press, then part of Times Community News.